La interacción con el público innova y modifica los conceptos comunes de las presentaciones artísticas.
Artistas profesionales y tradicionales de circo dan vida a malabaristas, magos, equilibristas, payasos, monociclistas y animales de animación. Es un circo educativo, sin dejar de ser original y divertido, demostrando como la creatividad se manifiesta sin necesidad de recurrir a groserías para divertir y hacer reír. El circo es alegría, en el cual se incorporan aprendizajes, incluso en el área estética.
Sonido y vestuario son elegidos para no destorcer la ética y estética del espectáculo.
El trabajo corporal y las habilidades psicosociomotoras pueden ser utilizadas para dramatizaciones en los actos escolares, reafirmando que la constancia, dedicación y práctica son los ingredientes indispensables para obtener logros en todos los campos de la vida.
A interacción con o público animada con a espontaneidad, los juegos, la risa y la alegría son las llaves dominantes. Por eso resulta un espectáculo agradable para disfrutar en familia, ya que en sus presentaciones subyacen valores, esto hace que sea un circo educativo.